jueves, 30 de julio de 2009

El agua de Santiago

Recientes estudios demuestran que existe una sustancia extraña en el agua de los santiaguinos de la cual no se conocen sus componentes aun. Solo se conoce sus efectos colaterales. Dice el noticiero que provoca ansiedad en la gente, ansiedad por tener mas, aumenta su nivel de estrés y de violencia psicológica. Dicen también que el consumo prolongado produce individualismo y cuadros depresivos endógenos solo apaciguados con ostentosas cantidades de alcohol hasta altas horas de la madrugada, o dosis de Fluoxetina y Ravotril eternas. Todo para olvidar lo asquerosamente difícil que es seguir el molde de vida que les hicieron.
Pero el peor de los efectos es la idolatría a la ignorancia, concomitante a un silencio ininteligible similar al de un rebaño, porque aunque los traten pésimo durante sus labores en horarios extensos, los transporten apretujados, los alimenten mal, no dicen absolutamente nada. Se escucha balar por ahí uno que otro par de ovejas, pero nada prospera.
Estoy muriendo de sed ahora, dicen que gente a muerto de sed últimamente, se les encuentra deshidratadas con un lápiz en la mano, una guitarra en los brazos, gente disfrazada en una plaza, gente vestida con tutú, pero estas cosas no salen en las noticias. Esta gente se rehúsa a tomar agua y sigue viviendo aquí en Santiago, ¡¡¡Que tropa de imbéciles!! Y que bueno que no creo todo lo que dicen las noticias.

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